Tras la primera jornada del Territorios 2014 y con sonidos e
imágenes todavía presentes, antes de salir para Sevilla a la segunda jornada
reflexiono y pienso que seguro que en esta ocasión, las segundas partes si
serán buenas. De lo vivido ayer me gustaría dar unas breves pinceladas que
desarrollaré más adelante.
Comencé el periplo con los chicos de Agorazein, que con sus verdades lograron
quitar las telarañas a los primeros festivaleros.
En el escenario Cadena Ser The Faith Keepers sorprendieron,
verdadero chute de adrenalina a lo funky.
Soberbia Chocolata y su banda con una vuelta de tuerca más a
las fusiones con el flamenco.
Anna Calvi creo un ambiente muy especial con sus sonidos
acompañados de las luces del anochecer.
Tenía ganas de ver a José Domingo, no me decepcionó, al
contrario, soberbio en el escenario y creando como sólo el sabe una atmósfera
onírica muy personal.
Loquillo, ¿qué puedo decir?, José Maria Sanz una vez más y
sabiendo estar a la altura de las circunstancias, nos recito el evangelio del
rock a la gran cantidad de público que nos congregamos en el escenario
Cruzcampo.
Shannon and The Clams, una joyita que pudimos contemplar,
nos transportó a otro tiempo y lugar de una manera muy original.
La Mala
hizo las delicias de sus incondicionales, con mucho estilo y sabiendo estar,
puso el listón muy alto en cuanto a rimas se refiere.
Manel para mi ha sido un grato descubrimiento hace muy poco
y verlos en directo sólo me hizo confirmar lo que pensaba, impresionantes,
llenando la noche con acordes muy evocadores.
Morodo and The Okumé Lions fue la última actuación que vi, y
tengo que decir que me fui con muy buen sabor de boca, buen sonido en esta interesante fusión del
hip-hop con el reggae.